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Los teléfonos móviles se han convertido en una preocupación principal en el mundo de hoy, pero ¿qué pasa con los efectos negativos?

 

Los teléfonos móviles se han convertido en una preocupación principal en el mundo de hoy, pero ¿qué pasa con los efectos negativos?

Posted by Ma Angeles in Uncategorized 13 Nov 2017

¿Por qué hay preocupación de que los teléfonos celulares puedan causar cáncer u otros problemas de salud?

Existen tres razones principales por las que la gente se preocupa de que los teléfonos celulares (también llamados teléfonos “inalámbricos” o “móviles”) puedan causar ciertos tipos de cáncer u otros problemas de salud:

    • Los teléfonos celulares emiten energía de radiofrecuencia (ondas de radio), una forma de radiación no ionizante. Los tejidos que están más cerca de la antena pueden absorber esta energía.
    • El número de usuarios de teléfonos celulares ha aumentado rápidamente. De acuerdo a la Asociación de Telecomunicaciones Celulares e Internet (Cellular Telecommunications and Internet Association), para el año 2014, había más de 327.5 millones de personas suscritas a servicios de teléfonos celulares en los Estados Unidos. Este es un aumento de casi tres veces los 110 millones de usuarios que había en el año 2000. A nivel mundial, la Unión Internacional de Telecomunicaciones calcula que la cifra de personas suscritas a servicios de teléfonos celulares es de 5 mil millones.

Con el tiempo, el número de llamadas diarias con teléfonos celulares, la duración de cada llamada y la cantidad de tiempo que las personas usan dichos teléfonos han aumentado. Sin embargo, los adelantos de la tecnología de teléfonos celulares han resultado en aparatos que tienen menores emisiones de energía que los modelos anteriores.

La hoja informativa del NCI sobre la Exposición a campos magnéticos y el cáncer incluye información sobre redes de áreas locales inalámbricas (conocidas como Wi-Fi), sobre estaciones base de teléfonos celulares y sobre teléfonos inalámbricos.   

 

 

¿Qué es la energía de radiofrecuencia y cómo afecta al cuerpo?

La energía de radiofrecuencia es una forma de radiación electromagnética. La radiación electromagnética se puede clasificar en dos tipos: ionizante (p. ej., los rayos X, el radón y los rayos cósmicos) y no ionizante (p. ej., la radiofrecuencia y la frecuencia baja en extremo o la frecuencia eléctrica). La radiación electromagnética se define de acuerdo a su amplitud de onda y a su frecuencia, la cual es el número de ciclos de una onda que pasa un punto de referencia por segundo. Las frecuencias electromagnéticas se describen en unidades llamadas hercios (Hz).

La energía de la radiación electromagnética se determina por su frecuencia; la radiación ionizante es alta frecuencia y, por lo tanto, alta energía, mientras que la radiación no ionizante es baja frecuencia y, por lo tanto, de baja energía. Más información sobre la radiación ionizante puede encontrarse en la página de Radiación.

La frecuencia de la radiación electromagnética de la radiofrecuencia comprende entre 30 kilohertz (30 kHz o 30,000 Hz) a 300 gigahertz (300 GHz o 300 mil millones Hz). Los campos electromagnéticos en rango de radiofrecuencia se usan para aplicación en telecomunicaciones, incluso en teléfonos celulares, en televisiones y transmisiones de radio. El cuerpo humano absorbe energía de aparatos que emiten radiación electromagnética de radiofrecuencia. La dosis de energía absorbida se calcula usando una medida llamada tasa de absorción específica (SAR), la cual se expresa en vatios por kilogramo del peso corporal.

La exposición a la radiación ionizante, tal como de rayos X, se sabe que aumenta el riesgo de cáncer. Sin embargo, aunque muchos estudios han examinado los posibles efectos para la salud de la radiación no ionizante procedente de radares, de hornos de microondas, teléfonos celulares y de otras fuentes, no existe actualmente evidencia firme de que la radiación no ionizante aumente el riesgo de cáncer (1).

El único efecto biológico reconocido firmemente de la energía de radiofrecuencia es el calentamiento. La capacidad de los hornos de microondas para calentar los alimentos es un ejemplo de este efecto de la energía de radiofrecuencia. La exposición a la radiofrecuencia por el uso de teléfonos celulares no causa calentamiento en el área del cuerpo (oído, cabeza, etc.) en donde se apoya un teléfono celular o algún otro aparato. Sin embargo, no es suficiente para aumentar la temperatura corporal en forma que se pueda medir y no hay otros efectos claramente establecidos en el cuerpo por la energía de radiofrecuencia.

Se ha sugerido que la energía de radiofrecuencia podría afectar el metabolismo de la glucosa, pero dos pequeños estudios que examinaron el metabolismo de glucosa cerebral después de usar un teléfono celular mostraron resultados incongruentes. Mientras que un estudio mostró un mayor metabolismo de glucosa en la región del cerebro próxima a la antena en comparación con tejidos en el lado opuesto del cerebro (2), el otro estudio (3) encontró un metabolismo menor de glucosa en el lado del cerebro en donde se usó el teléfono.  

Otro estudio investigó si la exposición a la energía de radiofrecuencia de los teléfonos celulares afectaba el flujo de sangre en el cerebro y no encontró evidencia de tal efecto (4).

Los autores de estos estudios indicaron que los resultados son preliminares y que se desconocen aún resultados posibles para la salud de los cambios en el metabolismo de la glucosa. Tales resultados incongruentes no son raros en estudios experimentales de los efectos biológicos de la radiación electromagnética de la radiofrecuencia (5). Algunos factores que contribuyen incluyen las asunciones que se usan para calcular las dosis, la falla en considerar los efectos de temperatura y la falta de enmascarar para los investigadores el estado de exposición.

 

¿Corren los niños un mayor riesgo de cáncer que los adultos por el uso de los teléfonos celulares?

Hay consideraciones teóricas en cuanto a que el riesgo posible deberá investigarse por separado en los niños. Sus sistemas nerviosos están aún en formación y, por consiguiente, son más vulnerables a factores que pueden causar cáncer. Sus cabezas son más pequeñas que las de los adultos y, por consiguiente, tienen una exposición proporcionalmente mayor al campo de radiación de radiofrecuencia emitida por los teléfonos celulares. Y los niños tienen la posibilidad de acumular más años de exposición a los celulares que los adultos.

Hasta ahora, los datos de estudios en niños con cáncer no apoyan esta teoría. El primer análisis publicado provino de un estudio de casos y controles a gran escala llamado CEFALO, el cual se llevó a cabo en Dinamarca, Suecia, Noruega y Suiza. El estudio incluyó a niños que fueron diagnosticados con tumores de cerebro de 2004 a 2008, cuando sus edades eran de 7 a 19 años. Los investigadores no encontraron asociación entre el uso de teléfonos celulares y el riesgo de tumores de cerebro al tiempo de iniciar el uso, la frecuencia del uso o la ubicación del tumor (23).

Hay en marcha varios estudios que proveerán más información. Investigadores del Centro de Investigación en Epidemiología Ambiental de España están trabajando en otro estudio internacional de casos y controles —Mobi-Kids— que incluirá a 2000 jóvenes (de 10 a 24 años) con tumores de cerebro diagnosticados recientemente y a 4000 jóvenes sanos. La meta del estudio es aprender más acerca de los factores de riesgo de tumores cerebrales de la niñez.

 

¿Qué pueden hacer los usuarios de teléfonos celulares para reducir su exposición a la energía de radiofrecuencia?

La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. ha sugerido algunas medidas que los usuarios preocupados por los teléfonos celulares pueden tomar para reducir su exposición a la energía de radiofrecuencia (28):

    • Reservar el uso de los teléfonos celulares para conversaciones más cortas o para momentos en que un teléfono fijo no está disponible.
    • Usar un aparato con tecnología que deja las manos libres, como los audífonos alámbricos, los cuales ponen más distancia entre el teléfono y la cabeza del usuario.

Los dispositivos que dejan libres las manos reducen el grado de exposición de energía de radiofrecuencia a la cabeza porque la antena, la cual es la fuente de energía, no se pone cerca de la cabeza. La exposición disminuye dramáticamente cuando los teléfonos celulares se usan sin necesidad de las manos.

 

https://www.cancer.gov/espanol

Instituto Nacional Del Cáncer

 

 

 

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SOBRE “UN SÍ POR LA VIDA”

Un Sí Por La Vida- Unidos Contra El Cáncer es una asociación cuyo objetivo fundamental es ayudar a los enfermos de cáncer y sus familiares. Desde su fundación en junio de 2014, son muchas las actividades que llevan a cabo de manera cotidiana, desde apoyo psicológico, reiki, manualidades, desfiles de moda, torneos de golf, risoterapia, mindfullnes, conferencias y cenas benéficas, hasta programas de salud, como “Por Un Millón de Pasos”, que fomenta la actividad física; “Yo también dejé de fumar”, para ayudar a dejar el tabaco; o el programa de prevención del cáncer impartido en los colegios de la localidad, entre otras.