Toñi García
Hay que luchar sin desfallecer contra esta enfermedad, porque se puede salir de ella. Y no una sino dos veces y más. Ponerle tu mejor cara a la vida y, cuando las fuerzas flaqueen, acostarte con la seguridad de que mañana todo irá un poco mejor. Y, por supuesto, luchar por lo que deseas porque no hay nada imposible.