Testimonios

Querido cáncer: Hace mucho tiempo que he querido decirte unas cuantas cosas, pero no encontraba el momento adecuado para hacerlo, ni sabía exactamente como expresarme de ti y de lo que me has hecho sentir durante todo este tiempo… No sé si serán las palabras correctas, pero te lo escribo con la mano en el corazón y, sobre todo, con mucha fe.

... en pleno confinamiento, nos tenemos que desplazar hasta Madrid, para realizarse una operación con radiocirugía. Nuestro doctor de referencia nos ayuda para que sea una de las operaciones que no se posponga durante la pandemia, siendo su operación y la de otra paciente las únicas que no se anulan en el hospital Rubber Internacional.

De repente un día la palabra cáncer deja de ser algo que le sucede a la gente para ser diagnosticado a tu madre. Para mí, lo peor fueron los primeros días, esos donde toca investigar para ver con qué tenemos que lidiar. Sucede una ola de emociones, pero no quiero que ésta sea una carta de tristeza sino todo lo contrario, una carta de esperanza.

A día de hoy siguen trabajando con nosotros ayudándonos a superar una pérdida tan importante. Hemos encontrado en esa asociación a unas personas increíbles que hacen una labor magnífica. Mi familia y yo estaremos eternamente agradecidos, no hay palabras para expresar lo que siento al recibir una ayuda tan necesaria por nuestra parte y tan desinteresada por la suya. A "Un sí por la vida", GRACIAS.

Hoy estoy contenta de poder decir que todo va bien, que esto ha servido para algo, que el sufrimiento no ha sido en vano y que ahora tengo mucho más que antes. Soy feliz por tener la oportunidad de conocer a tanta gente maravillosa, que nos hayamos unido para gritar “Un Sí Por La Vida” y animar y dar ejemplo a los que aun están en el proceso.

Hay que luchar sin desfallecer contra esta enfermedad, porque se puede salir de ella. Y no una sino dos veces y más. Ponerle tu mejor cara a la vida y, cuando las fuerzas flaqueen, acostarte con la seguridad de que mañana todo irá un poco mejor. Y, por supuesto, luchar por lo que deseas porque no hay nada imposible.